XXIII
Gran Capítulo de la
Cofradía de la
morcilla burguensis
El 6 de junio se celebró el XXIII Gran
Capítulo de la Morcilla de Burgos en donde se concentraron unas veinte
cofradías, incluida una de Francia ( Cofrérie Deshume-Piot de Loudun) y
otra de Portugal (Confraria Gastronómica da Panela ao Lume de Guimaraes).
A las 11 de la mañana de ese día, se fueron
concentrando las distintas cofradías tomando un café con pastas en el
Mesón del Cid. Acto seguido, los cofrades se dirigieron hacia la Iglesia
de San Nicolás de Bari, que está muy cerca, donde una cofrade ejerció de
guía, por cierto de forma magistral y derrochando un entusiasmo
contagioso en sus magníficas explicaciones. Se visitó también La
Catedral, lo que era obligado. Desde aquí ya se formó la comitiva para
la marcha cívica por esta parte de la ciudad hasta la Diputación
Provincial de Burgos donde tendrían lugar los actos del Gran Capítulo.
La Gran Prior, la entusiasta Regina , seguidora de los pasos de su
padre, recibió a todos con su habitual sonrisa, pasando la palabra a una
diputada que pronunció unas palabras de bienvenida con la invitación
para tomar un refrigerio al final en una sala contigua.
El acto del Gran Capítulo se fue desarrollando normalmente con las
correspondientes entronizaciones de Cofrades de Honor. Recayeron estas,
en el periodista Fernando Suarez Urbaneja ,dos miembros de la cofradía
francesa asistente, un bodeguero y a un fraile cisterciense en
representación de su convento. El pregón lo leyó Urbaneja y resultó muy
interesante.
Nos esperaba a continuación el pinchoteo al que nos había invitado la
señora diputada, que nos vino a todos muy bien, ya que se hizo algo
largo el acto.
Y ya nos dirigimos hasta el Mesón del Cid, al pie de la Catedral en
donde habría de tener lugar la Comida de Hermandad.
Un buen entrante de jamón de Guijuelo con una ensalada de codornices
escabechadas. Una suculentas alubias rojas entre cuyo compango , no
podía faltar la morcilla burgensis, ya que por algo la defiende con
tanto ahínco esta entusiasta cofradía. En tierras castellanas no podía
faltar el cordero lechal que, como siempre, estaba exquisito. Postre y
buenos caldos de Ribera del Duero completaron el festín.
Es norma que lo Cofrades de Honor juran ante un buen trozo de mocilla
acompañado de un tinto de la tierra, que ingerirán de inmediato.
Siempre resulta original la letanía del Vocero Mayor que emite en plena
calle con voz potente y al que todos los cofrades reunidos habrán de
responder en el "Liberanos Dómine" . Entre un montón de productos
prohibidos,. Así decía: " no traigáis a vuestros manteles las viandas
que la cofradía os dijere, por ser dañinos a las tripas " Y entre tantas
prohibiciones, citaré solamente algunas: " morcillas sanguinarias,
comidas de olla express, hamburguesas y otros fritos, los pollos sin
corral, las dietas que enflaquecen, las blandas truchas de alberca,
corderos de otras tierras .....etc. etc."
Burgos es una ciudad de un buen ambiente al caer la tarde de vinos,
pinchos y tapas y aunque por el día hizo mas bien bueno, en la tarde
hacía ya frío. Buena razón tenía el moderación del Gran Capítulo cuando
nos dijo: En Burgos solamente hay dos estaciones; la de Invierno y la de
la RENFE. Y bien que tenía razón, puesto que de la Primavera, solo
tuvimos unos atisbos cuando lució el sol.