VI Gran Capítulo de la Cofradía del Hojaldre de Torrelavega

Potes, 10 marzo de 2007

   

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VI Gran Capítulo de la Cofradía del Hojaldre de Torrelavega


Con motivo del AÑO SANTO LEBANIEGO, esta cofradía celebró sus actos del VI Gran Capítulo, en el bello pueblo de Potes, en medio de los Picos de Europa, entre nieve, paisaje y lugares llenos de historia. El programa de actos comenzó las diez y cuarto con una recepción de los participantes, más de quince cofradías que vinieron de todos los puntos de España,  ante la Puerta del Perdón del Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Posteriormente, los cofrades participarán en la Misa del Peregrino en la que hicieron una lectura y ofrecimiento. Un conocido confitero torrelaveguense fue el encargado de elaborar un postre de hojaldre con la imagen del Lignum Crucis (trozo de madera que se conserva del brazo izquierdo de la cruz de Cristo).

Tras el acto religioso, y ya en el Centro de Estudios Lebaniegos, se ofreció un aperitivo y polkas de hojaldre a los cofrades y a los peregrinos y a las doce en punto comenzaba uno de los momentos más emotivos: el Gran Capítulo, propiamente dicho, en el que el Gran Maestre, el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Excmo. Sr. D. Javier López Marcano, invistió a los nuevos cofrades de honor que, a partir de ese momento, vestirán la capa que distingue a la Cofradía del Hojaldre de Torrelavega. A continuación, los vecinos de Potes y sus visitantes fueron testigos del desfile de los cofrades a los que acompañaron grupos folclóricos.

 

Los nuevos cofrades de honor distinguidos fueron: Jose María Bueno del sector hostelero de Torrelavega, Jesus de mateo, Tuli, empresario hostelero de la noche torrelaveguense, Jesús Manuel Palacios, joven cocinero y Miguel Angel Fuente Puente Calleja, Gran Maestre de la Orden de los Caballeros de Noreña (Principado de Asturias).

 

El Presidente de FECOES, Carlos Martín Cosme, cerró el Acto congratulando a los galardonados y a esta importante Cofradía por su labor de promoción y divulgación este producto y del turismo que envuelve a estos eventos.

Esta joven cofradía creada en el año 2000, ha dado a conocer al mundo su producto gastronómico típico: las polkas, hechas de hojaldre y cada vez más solicitadas por propios y foráneos que acuden a esta localidad a degustar esta delicia gastronómica.

 

Fuente: FECOES

Un poco de historia...

 

El año Santo Lebaniego

 

El Monasterio de Santo Toribio tiene junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz el privilegio de celebrar el Año Santo, otorgado por medio de una bula del papa Julio II, en el año 1512.

En el Monasterio de Santo Toribio de Liébana se guarda y venera el "Lignum Crucis", el mayor trozo conocido de la cruz donde murió Cristo. Santo Toribio, obispo de Astorga, la trajo de Tierra Santa y se encuentra en el monasterio desde el siglo VIII, siendo trasladado a dicho lugar ante el peligro de la invasión de los árabes.
La celebración del jubileo en este monasterio data del siglo XVI, pero en los documentos pontificios de dicho siglo se dice que es de "tiempo inmemorial". Algo parecido se afirma en los versos o loores a Santo Toribio del siglo XV, de autor desconocido.
La razón, la fuerza y el motivo principal de la celebración del jubileo están en esto: que aquí se guarda y se venera el trozo más grande de la Cruz donde Cristo murió. Más de mil años lleva guardándose y venerándose en este lugar. Si la finalidad de de todo jubileo es encontrarse con el Dios acogedor y generoso del perdón, el signo de la Cruz es la expresión más clara de lo que Dios es y quiere para nosotros.

El Año Jubilar Lebaniego, que se celebra el año en que la festividad de Santo Toribio, el día 16 de Abril, cae en domingo, queda inaugurado oficialmente cuando, con gran pompa, se abre la Puerta del Perdón del monasterio.El encuentro ante la Puerta del Perdón y el pasar por ella resulta un momento clave. El que acoge, abraza y perdona es siempre Dios y la Puerta del Perdón simboliza y hace presente a Dios acogiéndonos, abrazándonos y perdonándonos como al hijo pródigo. Es un acto sencillo y expresivo que nos despierta para abrirnos al don del jubileo.
 

Pero, ¿Qué es un Año Santo?

Siguiendo la tradición, un Año Santo es, "un año de gracia en el que la Iglesia concede indulgencia plenaria, es decir el perdón de los pecados, algo que puede conseguir la persona que va a ganar el jubileo o bien para sus difuntos. Los años santos pueden ser ordinarios, los normales, por ejemplo el lebaniego, o extraordinarios cuando los proclama el Papa por un motivo especial, por ejemplo, en 1983 Juan Pablo II lo proclamó para conmemorar los 1950 años de la muerte y resurrección de Jesús.

Sus orígenes se remontan al Antiguo Testamento. La ley de Moisés había determinado para el Pueblo Hebreo un año particular: "Declararéis santo el año cincuenta, y proclamaréis en la tierra liberación para todos sus habitantes Será para vosotros un jubileo; cada uno recobrará su propiedad, y cada cual regresará a su familia. Este año cincuenta será para vosotros un jubileo; no cortaréis ni segaréis los rebrotes, ni vendimiaréis la viña que ha quedado sin podar, porque es el jubileo que será sagrado para vosotros. Comeréis lo que el campo dé de sí. En este año jubilar recobraréis cada uno vuestra propiedad" (Lev 25, 10-13). La trompeta con que se anunciaba este año particular era un cuerno de morueco, que se llama "yobel" en hebreo, de ahí la palabra "Jubileo". La celebración de este año llevaba consigo, entre otras cosas, la restitución de las tierras a sus antiguos propietarios, la remisión de las deudas, la liberación de los esclavos, y el reposo de la tierra. En el Nuevo Testamento, Jesús se presenta como Aquél que lleva a su cumplimiento el Jubileo antiguo, ya que Él ha venido a "predicar el año de gracia del Señor" (cfr.Is 61,1-2)".

El primer Jubileo ordinario se proclamó en 1300 por el Papa Bonifacio VII. En aquel tiempo las guerras y las enfermedades diezmaron la población y cristianos de todas partes viajaron a pie a Roma para rezar ante las tumbas de San Pedro y San Pablo y para recibir la bendición papal. En Roma se celebra cada 25 años. En Santiago de Compostela se venera la tumba del apóstol Santiago, el primer Apóstol mártir, y se celebra, desde el 25 de julio de 1122 cada vez que la fiesta del Santo, el 25 de julio, cae en domingo. En Caravaca de la Cruz se celebra, desde el año 2003, cada siete años in perpetuum en el Santuario de la Vera Cruz venerándose un Lignum crucis, esto es un trozo de la cruz de Cristo. Y en Jerusalén, por ser Tierra Santa. Aquí en Santo Toribio se celebra desde el S.XVI recogiendo una tradición centenaria cuando la fiesta del Santo, 16 de abril, cae en domingo.

Al Año Santo o Jubilar le acompañan una serie de gestos, actitudes, símbolos. De esta manera, la peregrinación simboliza la existencia del hombre que es como un camino para llegar finalmente a Dios. Es camino de conversión. La puerta santa simboliza el único acceso a la vida de comunión con Dios que es Jesús. La indulgencia es la gracia de Dios. El beso al Lignum Crucis es el signo de agradecimiento y amor a Dios, el Creador. La cruz es la señal del cristiano.

 

Fuente: Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria y otros