XXIII Añada de la Cofradía del Cau del Vi

Alicante, 6 de marzo de 2005

   

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La Cofradía del Cau del Vi celebró su XXIII Añada

La cofradía del Cau del Vi de Alicante cuenta sus capítulos como añadas. Y es que esta cofradía veterana defiende los vinos de Alicante. Esos vinos que otrora fueron manjares de grandes banquetes gastronómicos y estuvieron en las mejores mesas y que ahora vuelven a degustarse con el sabor de antaño.

La reunión de cofradías se realizó a las 18:15 en el Ayuntamiento alicantino, para realizar posteriormente una visita al Museo Gravina, donde los magníficos comentarios de una erudita guía enseñó a los presentes las obras de arte allí expuestas, desde la edad moderna hasta la contemporánea.

Y después desfilé hacia el Casino, donde se celebró el Gran Capítulo. Tras una introducción de su mantenedor y de las palabras de su presidente fueron invistiendo a los cofrades de honor y a las cofradías allí presentes en un marco inigualable de una sala romántica y de una importante exposición de cuadros que llenaban de color el acto.

La intervención de Loreto, directora de la D.O. Alicante hizo que los presentes conocieran en su discurso que los vinos de Alicante ya fueron comentados en la literatura antigua y fueron llevados en sus viajes por Elcano y Magallanes.

Pero la nota final, la puso el presidente de la Cofradía, Alfredo Lagmaniere, cuando habló de las virtudes de uno de los vinos alicantinos más preciados en el mundo: EL FONDILLON. El turrón y fondillón hacen que Alicante sea la millor terreta del mòn.

Y es que el ritual de investidura se hace brindando con Fondillón y turrón. Este año el fondillón degustado era, nada más y nada menos que una reserva de 1830, traída especialmente por su presidente para este acto.

Después del Capítulo, una cena de gala en El Poblet, una vieja almazara mediterránea (lugar para prensar el aceite), adaptada para poder degustar los manjares de esa bonita tierra que es Alicante.

Fuente: FECOES