El Capítulo de la Amistad
La Cofradía del Jamón de
Bayona celebró su 45 Gran Capítulo
La Cofradía del jamón de Bayona cumple 51
años de existencia y acaba de realizar su 45 gran capítulo en la bella
ciudad de Bayona donde se come el mejor jamón de Francia y uno de los más
conocidos del mundo, gracias a su tradición y a que, en el pasado, formó
parte de la gastronomía de la Corte Francesa.
Allí mismo en Bayona se dieron cita 54
cofradías de tres países, entre ellas cinco de España, que asistieron a
la cita de estos queridos cofrades cuyo presidente René Hargous se
esfuerza cada año en que su cofradía tenga un hueco importante en la Feria
de Bayona.
El acto, dirigido magistralmente por el
periodista Jean Pierre Aren, se realizó en el Palacio de los Deportes
Lauga, tras un desfile de más de 250 cofrades que marcaron la nota de
color, con sus capas al uso y sus estandartes amenizando las
antiguas calles de Bayona.
Entre los nombramientos de cofrades de
honor, fue entronizado Jesús Gorriz, presidente de la Cofradía del Salmón
de Bidasoa, que fue aplaudido por los presentes entre los que se
encontraban las cofradías españolas de la Alubia de Tolosa, el Relleno y
Tostón de Bergara y el Círculo de Enófilos Utiel-Requena, lo que demuestra
el grado de amistad entre las cofradías de ambos países en aras a contruir
Europa.
René Hargous, solicitó la presencia del
Presidente de FECOES, D. Carlos Martín Cosme, con quien le unen lazos de
amistad e hizo público los trabajos que se están realizando para llevar a
cabo la estructura europea de cofradías cuya sede social se ubicará en
esta bella ciudad.
Por otro lado, la presencia de la Cofradía
del Jamón de Guijuelo, con cuatro cofrades, entre los que se encontraba su
presidenta Inés Mari, hizo que la confraternización entre ambas
Asociaciones, que defienden un mismo producto en sus respectivos países,
haga pensar en un futuro próximo hermanamiento, con vistas a continuar
defendiendo, promocionando y divulgando el Jamón y manteniendo estos
importantes lazos de amistad entre los pueblos.
Toda una serie de actos perfectamente
protocolizados que terminaron con una cena de confraternización en un
restaurante a la ribera del río Adour.