Tolosa se vistió de color
con el XVII Gran capítulo de la Cofradía de la Alubia
A partir de las 10:00 de la mañana se iban
concentando las veinticuatro cofradías que querían asistir al capítulo de
los amigos de la Alubia de Tolosa
y a las 11:30 comenzaba el desfile por la parte vieja de la ciudad para
llegar al Ayuntamiento donde se iba a realizar el Capítulo.
A las 12:00 en punto, el Gran Maestre, Jose
Ignacio Tellería, abría el solemne acto en el Salón principal del
Ayuntamiento de Tolosa rodeado de una mesa de Síndicos, Grandes Maestres y
Presidentes de otras cofradías venidas de toda España y Francia para
acompañar al Acto. Tras la introducción se fueron invistiendo los nuevos
cofrades de número, de mérito y de honor, en una sala abarrotada de
asistentes que no se quisieron perder tan magna cita.
Y en el medio del Salón, la figura
principal: La Alubia. Un puchero guardaba en su interior las mundialmente
conocidas Alubias de Tolosa, ante el cuál todos los cofrades investidos,
con las manos encima del puchero, se comprometían a defenderlas allá por
donde fueren.
Los cofrades de honor que se han investido
este año son el equipo de fútbol sala femenino Hegoalde, representado en
la fiesta por Isabel Salaberria; Carlos Martín Cosme, presidente de la
Federación de Cofradías Gastronómicas de España; Sebastián Ezcamendi,
cocinero del hotel Londres; Jesús Mari Astrain, presidente de la Cofradía
del Espárrago de Navarra, y el médico sirio David Khouri, que lleva
cuarenta años ejerciendo la medicina en Tolosa
La sorpresa vino cuando el matrimonio de
cofrades, Carceller (Jose e Izaskun) y la cofrade Mireille Bruneval,
fueron galardonados por su labor en la cofradía difundiendo los valores
culinarios de la alubia y dando a conocer la cofradía por todo el mundo.
El apoyo de la Corporación Local al acto,
con su Alcalde al frente, reforzó a los asistentes la importancia que
tiene esta Cofradía y el producto que defienden por todos los rincones,
para que nunca se pierda una tradición tolosana, con el paso del tiempo.
Después, una visita y aperitivo en las
diferentes sociedades de la villa para coronar con un ágape en el
Restaurante El Frontón, cuyo plato estrella era la Alubia de Tolosa, muy
bien cocinada y coronada por los sacramentos, o tropezones que se le
vierten para hacer el delirio de un plato que aunque humilde, es un manjar
entre las comidas tradicionales.